La ley 21.234, conocida como ley de fraudes, obliga a los bancos a restituir los
dineros defraudados a sus clientes.
Los bancos pueden recurrir a tribunales en caso de que hayan recopilado
antecedentes de negligencia extrema por parte de los consumidores en el cuidado
de sus claves.
Sin embargo y lamentablemente existe una práctica de los bancos que cuando los
reclamos son sobre las 35 UF, tienden a ir al juzgado de policía local no restituyendo
el dinero defraudado a las víctimas de un delito, imputándoles que han actuado con
dolo.
La Ley es clara, estas acciones tienen lugar cuando existen antecedentes de «dolo
o culpa grave por parte del usuario». Si no se prueba el dolo o la culpa grave, deben
restituir el dinero.
No permitas que los bancos te vulneren injustamente, defendamos juntos tus
derechos como consumidor